Las cifras del delito son escalofriantes. Con pequeñas diferencias entre estados de la república (con los habituales picos en aquellas entidades ampliamente conocidas por su nivel de inseguridad), en México se comenten casi 40 mil delitos por cada 100 mil habitantes (¡4 de cada 10!). Estamos hablando de 52 millones de delitos al año.

¿Cuántos de esos delitos se castigan? No lo va usted a creer, pero de esos 52 millones solamente se castigan (alcanzan alguna sentencia) unos 45,000 delitos (¡menos de uno por cada 100; solamente 9 de cada 10 mil!).

Para empezar, un símbolo de la desconfianza en el sistema de justicia en México es que, de esos 52 millones de delitos, solamente se denuncian poco más de 1.5 millones, es decir, el 2.95%. De entrada, el 97% (más de 50 millones) de los delitos quedan impunes porque nadie los denuncia. A esa se le llama la cifra negra.

Según el Índice Global de Impunidad construido por la Universidad de las Américas en Puebla; según la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre la Inseguridad Pública (ENVIPE) de 2017 del INEGI y según también la organización México Evalúa, del millón y medio de delitos denunciados (a los que se les abre una carpeta de averiguación previa), solamente llegan a una sentencia 45,769 (el 3% de los delitos denunciados).

Si usted comete un delito, hay una posibilidad de 99% de que quede impune. Como también allí hay niveles, si comete un crimen, no cometa el error de robarse un tanque de gas, o de tratar de sacar algo de comida de un supermercado, porque segurito que va al bote.

Si de plano va a delinquir, defraude al fisco (pero no traicione a los socios, como los Duarte, los Borge, los Padrés…), cometa un fraude bancario o financiero, sea un gran capo de la droga (al cabo que ya ve usted que tienen decenas de brazos derechos y operadores para que el gobierno se luzca haciéndonos creer que apaña a los narcos), es decir, cometa delitos de alcurnia para que quede en esa cifra negra del 99%.

La Unidad de Análisis del Vícam Switch quisiera tener una propuesta que hacerle al Presidente Andrés Manuel López Obrador, pero no la tenemos. Lo único que podemos decirle es que el combate a la corrupción tiene como condición el combate a la impunidad. Cuando la gente está cerca de una bolsa de cinco o seis millones de millones de pesos, el ejemplo no basta. Los que están tan acostumbrados a la corrupción deben saber que no habrá impunidad porque el “perdón y olvido” es casi una invitación a seguir en esa jauja de los millones.

La tarea, ahi nomás, es la transformación del sistema de impartición de justicia para que, primero, concite la confianza de la ciudadanía y que la denuncia tenga sentido y, luego, voltear la cifra negra: que de cada 100 delitos 99 sean castigados. Para avanzar del 1 al 99 tienen seis años a partir del primero de diciembre… Corre tiempo.

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